El Ego - ¿El piloto automático de la humanidad?

Ayer, o en realidad hoy a la madrugada, le dediqué un buen rato al tema de las creencias.
La pregunta que lo inició todo fue: ¿Hasta qué punto lo que creemos pauta lo que vivimos?

Es mi humilde opinión, que el Ego es 50% responsable del mantenimiento de creencias arraigadas y es 50% responsable de la creación de nuevas creencias.

Primero: ¿Qué es el Ego? No se cual es la definición que le dan los psicólogos, psiquiatras, etc. Pero voy a tratar de definirlo como yo lo entiendo.
El Ego es un mecanismo que vive en nuestras mentes y que tiene como función principal la protección de si mismo. Esto es "de si mismo" porque el Ego no reconoce separación, el cree que es todo lo que hay.

Luego: ¿Qué es una creencia?
Es un pensamiento, como cualquier otro, que tras pensado una y otra y mil veces por día, y tras ser validado por la visión cómoda del ego se asienta en nuestra mente y echa raíces.
Esto es comparable a leer cualquier nota del diario Clarín y tomarla como absoluta verdad.

Lo peligroso de este proceso, es que es autovalidado y que acota la forma en la que pensamos desde el momento en que la creencia se implantó en adelante.

Usemos un clásico ejemplo para entender este proceso mejor.

Tras pensar una y mil veces que las tortas engordan, y que las facturas engordan y que el alcohol engorda y que el flan engorda, el ego, en vez de analizar individualmente la validez de cada uno de estos pensamientos, toma a todo el conjunto en calidad de valido por cantidad.

Así surge la generalización "Todo lo rico engorda", que se transforma en creencia.

Pero, ¿qué valida esta creencia? Nada más y nada menos que "las tortas engordan", "el alcohol engorda", "el flan engorda", etc.

Es así como bombas de tiempo caminan hoy nuestras ciudades, pensando y estando seguras y seguros de que al próximo serenito les van a reventar las caderas.

Pero Fernando, ¿vos no estarás diciendo que si pienso que las cosas ricas engordan voy a engordar no? ¡Porque eso es brujería!
Si, eso es exactamente lo que estoy diciendo.
Si te es fácil entender que un pensamiento, un estimulo sensorial, tienen el poder de generar un cambio en tu cuerpo como es una erección o que te sonrojes o que se te ponga la piel de gallina, un cambio físico, ¿porqué te cuesta tanto creer que si pensás que las cosas engordan vas a engordar?
O sea, está claro que la mente controla el cuerpo. Lo entendés cuando ves algo rico y salivás, o cuando te encontrás en una situación de peligro y sentís la adrenalina y todos sus efectos, etc.

Si, son mecanismos, salivas porque el cuerpo se prepara para la ingesta de alimentos, pero ¿qué hizo que salives? El pensamiento de comer, vayas luego a comer o no.

Por ejemplo, cierren sus preciados ojos y levanten la mano y hagan de cuenta que tienen un limón en la mano. Imaginen al limón en sus manos, sientan su perfume y como se siente en la mano.

Y ahora, péguenle un mordiscón.

¿Qué les pasó en la boca? Ahá... Y, perdón pero ¿dónde esta el limón?

Claro, ahora todos van a probar pensar que nada engorda un día o dos y me van a escribir diciendo, Fernando, tu vudú no funciona.
Mi "vudú" no funciona, porque tu sistema de creencias está basado en mentiras de tu propia construcción y mantenidas ahí por tu propia comodidad.
Pensar que nada engorda dos días no sirve de nada. Hay que lograr que ese pensamiento se vuelva una creencia.

OK. ¿Cómo hago para eliminar mis creencias negativas?
Lo primero que haría es reconocerlas. Ubicarlas en el momento en el que las estoy pensando y tratar de encontrar un patrón.
Luego ver que sensaciones físicas y emocionales me producen estos pensamientos. ¿Miedo?, ¿depresión?, ¿baja en el autoestima?

Les aseguro que para el final del día, si monitorearon sus pensamientos, se van a dar cuenta de que hace ya mucho tiempo que no están en control de nada.
Estan viviendo una realidad residual, resultado de años de malas experiencias y de un pobre pensar.
Este es un momento crucial, cuando llegamos a esta conclusión, porque generalmente nos agarra bronca, ira incontrolable hacia este ego, que ahora dejamos de reconocer como nosotros y pasamos a reconocer como un mecanismo dentro de nosotros.
Este es señoras y señores el piloto automático de la humanidad.

Sacando conclusiones a mansalva sin un mínimo análisis y con una agenda propia.

No es un proceso fácil, pero es más que posible.

¿Porqué digo que solo un 50% de la culpa recae en el Ego? Porque el Ego puede decirnos todo lo que quiera pero somos nosotros los que finalmente decidimos que camino tomar.

El 50% de la culpa recae en nosotros por nuestra falta de interés en nosotros mismos. Por tener la persistencia de analizar lo que otros dicen y piensan pero negarle este beneficio a nuestro propio intelecto.

Un mínimo de atención en la forma en la que pensamos hace que tengamos el control que corresponde sobre lo único sobre lo que realmente tenemos poder, nuestras propias mentes.

Así que les propongo como un ejercicio que monitoreen sus pensamientos.

Estén dispuestos a en principio sentir terror. Terror de las cosas negativas que pensamos, de las cosas horribles que nos decimos a nosotros mismos. De la cantidad de estimulo externo que nos llega a través de los sentidos. Del bombardeo constante de ideas que no son nuestras y que nos llegan en los formatos más variados.

Identificar el problema es siempre el primer paso.